CUIDADOS ANUALES DEL GATO

En los últimos años se ha incrementado el número de hogares que han decidido incluir un gato en su familia. Estos animales nos sorprenden cada día por su inteligencia, belleza y cariño. En muchos casos no son tan expresivos en cuánto a mostrar sus dolencias como los perros, por lo que resulta imprescindible realizar una adecuada prevención y diagnóstico temprano de las enfermedades que pueden presentar. Por ello, en esta página os daremos información sobre los cuidados básicos que necesitarán durante todo el año, ya que, con esto, estaremos protegiéndoles frente a diversas patologías, y a su vez protegiendo a quienes convivimos con ellos.

LA VACUNACIÓN

Al vacunar a nuestro gato lo que estamos haciendo es fortalecer sus defensas, ya que ayudamos a su organismo a que aprenda a luchar frente a una infección determinada, reduciendo así el impacto que esta pueda tener en su salud. Debido a esto, es altamente recomendable realizar una correcta pauta de vacunación frente a diversas enfermedades.

• Vacuna TRIVALENTE felina (HERPESVIRUS, CALICIVIRUS Y PARVOVIRUS). Los dos primeros virus son responsables de enfermedades respiratorias (Rinotraqueitis felina), conjuntivales y de la mucosa oral. El parvovirus es el causante de la Panleucopenia felina. Debido a ello, esta triple vacuna se considera esencial.
• Vacuna LEUCEMIA felina. La leucemia felina es una enfermedad crónica grave que genera una alteración en el sistema inmunitario del gato. Por tanto, esta se considera una vacuna esencial y es muy recomendable su administración.
• Vacuna de la RABIA. En los gatos, a diferencia de los perros, no es obligatoria su administración en la Comunidad de Madrid. Pero en algunos territorios si lo es, por lo que en caso de que se vaya a realizar algún viaje es imprescindible consultarlo. La revacunación es anual.

LEUCEMIA E INMUNODEFICIENCIA FELINA

La leucemia y la inmunodeficiencia felina son dos enfermedades graves de gran importancia en los gatos, que generan una alteración del sistema inmunitario. Su periodo de latencia puede ser largo, de forma que el gato puede tardar más en presentar síntomas, y predisponen a otras enfermedades.

Por ello, es muy importante saber si nuestro gato las tiene. La forma de detección más fácil es mediante un test rápido, obteniendo los resultados en 10 minutos.

DESPARASITACIÓN EXTERNA E INTERNA

Las necesidades de desparasitación interna y externa de los gatos varían en función de su modo de vida. Por  lo general, para aquellos gatos que no tengan acceso al exterior (gato "indoor"), solo es imprescindible la desparasitación interna, debido a que aunque ellos no salgan, nosotros sí lo hacemos, y en nuestros zapatos o ropa podemos vehicular los parásitos. Se realiza mediante la administración de comprimidos cada 3 meses. Actualmente existe una forma más cómoda que consiste en la utilización de pipetas, las cuáles combinan la desparasitación interna y la externa. Esta puede ser una solución para aquellos gatos que no toman bien las pastillas.

La desparasitación externa también es muy importante, especialmente en aquellos gatos que tienen acceso al exterior. Debemos protegerles frente a pulgas, ácaros y garrapatas mediante la aplicación de pipetas (de forma mensual o trimestral en función de su forma de vida).

MUY IMPORTANTE : NUNCA ADMINISTRAR A LOS GATOS PRODUCTOS DE DESPARASITACIÓN DESTINADOS A LOS PERROS, YA QUE PUEDEN RESULTAR EXTREMADAMENTE TÓXICOS PARA ELLOS.

CONVIVENCIA Y ACICALAMIENTO

La convivencia con ellos puede llegar a ser más estrecha que en el caso de los perros, pues al ser muy ágiles en sus movimientos, pueden ocupar casi cualquier lugar del mobiliario. Por ello sería importante acotar las zonas "permitidas" y las zonas de interacción para el juego, aseo, alimentación, etc.

Los gatos suelen acicalarse lamiéndose. Por ello pueden acumular bolas de pelo en su intestino, que pueden ocasionarle problemas de estreñimiento, vómitos, etc. Para evitarlo se puede administrar  pasta de malta una vez por semana.